domingo, 20 de noviembre de 2016

Vince Stapples - Summertime '06


Buscando información por ahí sobre el colosal To Pimp A Butterfly de Kendrick Lamar, me topé de casualidad con el debut y, hasta ahora, único álbum del también norteamericano Vince Stapples. Me gustó lo que escuché en un youtube y me lancé a por el disco. Buena idea, sin duda. Este doble, largo, denso, y bastante oscuro, esconde temazos, mucho flow y una producción muy conseguida. Bases oscuras, sin llegar a ser pesadas, bien producidas, y con un sonido moderno, sin por ello renunciar a las raíces. Mientras hay temas que son prácticamente Trap, otros son totalmente noventeros, muy old school, y es precisamente ese equilibrio el que hace que no pierdas el interés en ningún momento pese a la duración del disco. Queda apuntado el nombre del señor Stapples, que parece que puede darnos bastantes alegrías en el futuro a lxs aficionadxs al buen Rap.

Caladan Brood - Echoes Of Battle


Desde su concepción, hace ya 3 años, es uno de esos discos de Black a los que siempre vuelvo, como hoy mismo. Quizá pasen meses entre escucha y escucha, pero es tan fascinante, tan bonito y preciosista, tan emocionante, que jamás lo puedo dejar de lado. Con una temática lírica basada completamente en la obra de Steve Erikson "Book Of The Fallen", pocos discos tan épicos se han alumbrado en la historia de la música moderna. Si tuviera, de hecho, que definirle a una persona qué es la épica, le pondría Wild Autumn Wind. Y que llore, porque es para llorar. Siempre estoy con los pelos de punta cuando suena. Y, como ella, todo el disco, totalmente concebido como banda sonora de un campo de batalla al atardecer, lleno de sangre, con pocos soldados todavía en pie, en un valle congelado, pero resistiendo y gritando a las montañas mientras se derrama su último aliento.

Black Label Society - 1919 Eternal



Qué decir de uno de los discos de mi vida. Hacía muchísimo tiempo que no lo recuperaba. Craso error, pero sucede cuando un disco lo tienes tan trillado que te parece que ya casi no tiene nada que ofrecerte. Error, nuevamente. Recuperar un disco después de un tiempo siempre es un placer, y más cuando descubres que su arte, sus notas, su capacidad de emocionar, sus canciones, siguen intactas, son atemporales y estarán siempre ahí para tí. Un poco menos pantanoso que lo que venía ofreciendo en sus dos primeros discos, Zakk Wylde se mete en terrenos más melancólicos, más oscuros pero a la vez más pulidos. Un disco dedicado a la guerra, con todo lo sombrío que ello conlleva. Una producción opaca, nítida pero que permite distinguir cada nota, metalera pero muy natural, lejos de la sobreproducción imperante hoy en día, me permite reencontrarme con joyas como Bleed For Me (estremecedor estribillo, y seguramente el solo que más air guitar descontrolado me hizo hacer durante mi adolescencia), Lords Of Destruction, Graveyard Disciples, los pelos de punta que provoca Refuse To Bow Down o Bridge To Cross. Sigue siendo una masterpiece, 14 años después.