Si algo ha florecido en los últimos años, son las one-man bands de Black. Cualquiera con un mínimo de equipo y ciertas nociones musicales se puede grabar un disco en su casa hoy en día. Claro, que no todo el mundo puede marcarse un Griseus. Un precioso e imponente ejercicio de Black Sinfónico, con su parte atmosférica y mucho, mucho trabajo orquestal. Un disco al que hacía mucho tiempo que no volvía, y al que debería visitar más a menudo. No es un disco para todos los días, hay que elegir el momento adecuado o puede hacerse denso y algo cuesta arriba, pero merece la pena.
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